Nagarro reduce el guidance, el EBITDA ajustado se desploma un 18% por el tipo de cambio y el beneficio neto se desploma un 32% por el efecto fiscal. Mantenemos sin cambios nuestras estimaciones y precio objetivo revisado en mayo.
RESUMEN…
Nagarro ha presentado unos resultados mediocres, en línea con lo que ya venía mostrando el sector tecnológico en los últimos trimestres. El crecimiento de ingresos ha sido del 3,2% interanual, pero la gran sorpresa negativa ha sido la caída del EBITDA ajustado en un 14%. Aunque el equipo ha insistido en que parte de esa caída se debe al efecto divisa —que no han ajustado este año ni el anterior—, el resultado real, sin ajustes, es una caída del margen hasta el 12,2%, frente al 15% del año pasado. Aun así, preferimos ver a una Nagarro conservadora con sus cifras, después de los problemas que ya tuvo con sus auditores.
A nivel geográfico, Europa sigue siendo el motor de crecimiento, mientras América, que representa gran parte de las ventas, continúa en declive. Por sectores, automoción e industria lideran, junto con consultoría de gestión, mientras que tecnología horizontal y telecomunicaciones siguen desplomándose. Las estimaciones para el año se reducen oficialmente: la compañía espera ahora ingresos más cerca de los 1.020 millones (rango bajo del guidance) y un margen EBITDA entre el 13,5% y el 14,5%. En nuestro caso, ya esperábamos 1.035 millones y un margen del 13,4%, así que no haremos ajustes en nuestra valoración.
Financieramente, la compañía ha utilizado su caja disponible para ejecutar recompras por 50 millones de euros, mientras amortizaba además otros 25 millones netos de deuda. Esto ha provocado una caída de la liquidez y un aumento del ratio de apalancamiento hasta 1,8 veces EBITDA, aunque el balance sigue mostrando una posición de liquidez muy sólida, con activos corrientes que duplican los pasivos corrientes. El flujo de caja libre ha sido de 11 millones, con una conversión del 50 % sobre beneficio neto (que habría sido del 90 % con una carga fiscal normalizada), lo que explica por qué, pese a no generar caja en exceso, han podido mantener un uso prudente del capital.
En la llamada de resultados apenas hubo analistas y no se comentaron grandes novedades. El foco fue justificar el impacto de divisa y matizar que se están destinando recursos también a dividendo y posibles adquisiciones futuras. Nosotros mantenemos sin cambios nuestras proyecciones: precio objetivo entre 84 y 98 € en 2025 y entre 150 y 180 € en 2029 (si reducimos un 15% el EPS esperado par 2025 por el efecto fiscal de la tasa impositiva, pero no hay cambios en nuestras proyecciones de ingresos, EBITDA ni EBIT ni en este ejercicio ni en ejercicios posteriores respecto a nuestras proyecciones de mayo). Pero la clave ahora ya no es el EBITDA. Es la confianza. Y reconstruirla no se hace con ajustes contables, sino con coherencia, transparencia… y tiempo.
EN ESTE INFORME …
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